Ponía en duda estos días de atrás, en un artículo de El País, Manuel Cruz el hecho de si hoy Ser joven es un privilegio o una desgracia, y hacía de paso relato del territorio mítico de la juventud:
(...) parece destacarse, como rasgo fundamental [de la juventud], el hecho de tener toda la vida por delante, de disponer todavía, de acuerdo con un cierto relato teleológico de la propia existencia, del entero conjunto de posibilidades que a todos los humanos nos corresponden al nacer para que las aprovechemos o dilapidemos a voluntad.
Se trata, es cierto, únicamente de un relato, pero de un relato que, con ligeras variantes, parece sólidamente instalado en el imaginario de la generación madura, cuya relación con los jóvenes oscila entre la envidia y la nostalgia, pero que, en cualquier caso, tiende a considerar aquella edad perdida como una especie de territorio mítico.
Sea o no, no deja de perturbar como propio de la juventud y de ese potencial propio inexplorado, la fantasía de omnipotencia Freudiana de todo adolescente, el planear y pensar que todo serás capaz de hacerlo, y que puesto en boca de Turguéniev suena algo así como:
el "encanto" de la juventud consiste a fin de cuentas no en la posibilidad de hacerlo todo, sino en la posibilidad de pensar que todo lo harás...
juventud literatura
Everything is connected with everything else. However, for every single truth (or assumed as verity), there is a "transversal" one. All these transversal truths constitute the contradictions of modern life.
Tuesday, June 06, 2006
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2 comments:
Eso era nuestra juventud, la de ahora vive oprimida por el miedo, creen que no serán capaces de trabajar, de conservar un empleo.
Gracias por tu comentario, Virginia.
Creo que te asiste bastante la razón: la preocupación de los jóvenes hoy son distintas a las de las generaciones precedentes: preocupa mucho más el paro, la hipoteca, etc.
Aunque si bien es cierto, que al igual que la adolescencia se ha alargado y se ha producido una infantilización de la misma, esto ha conllevado que la juventud también se alargue, como decía Manuel Cruz, y hoy día, un joven de 30 años sea eso, un joven. En ese aspecto, todavía faltan unos años para que deje la juventud.
Sin contar el hecho de que cada vez hay más "jóvenes" con cerca de 40 años en casa de sus padres.
Mi pregunta es: ¿esta prolongación de la adolescencia y esa renuencia de los jóvenes de hoy entrar plenamente en la vida adulta,con sus responsabilidades, prolonga también la fantasía de omnipotencia freudiana del "todo lo haré"?
Aunque es cierto que por otra parte, las responsabilidades que le esperan al futuro joven son más onerosas que las de las generaciones jóvenes de los años 80.
Aunque aquellos también tuvieron lo suyo: como decía Vázquez Montalbán, estos pasaron de la noche a la mañana de tener 20 a tener 50 años...
Larga noche fue aquella, sí.
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