Everything is connected with everything else. However, for every single truth (or assumed as verity), there is a "transversal" one. All these transversal truths constitute the contradictions of modern life.

Friday, June 02, 2006

楢山節考


Shohei Imamura,
15 September 1926 - 30 May 2006
The Ballad Requiem of Narayama

3 comments:

Anonymous said...

Aunque escribí una breve introducción al cine japonés para el desaparecido portal de lengua y cultura japonesa nipoweb (y que ha sido reprocido en otras webs), la verdad es que no me considero un fanático del cine japonés. Me gustan algunas películas (Shall we dance? y Rajio no jikan son dos comedias encantadoras, por ejemplo), pero ni llego al extremo de la idolatría que profesan algunos al propio Imamura, Kurosawa u Ozu, ni tampoco llego al extremo de friquez de tragarme algunas idas de olla de Kitano, Miike o Tsukamoto.

Ben Ur said...

Gracias, Jesús:
de nuevo, no puedo más que estar de acuerdo contigo: el cine japonés ejerce siempre fascinación, y a veces mucha, entre la gente que no tenemos los ojos rasgados: su cultura y valores son muy distintos a algunos de los occidentales, de ahí que su cine y en general sus manifestaciones culturales, nos llamen poderosamente la atención.
Sin embargo, este tipo de fenómenos (a veces la belleza infinita que vemos en "el otro" distinto de nosotros) conduce a una ceguera y a una pérdida de objetividad.
Vaya por delante que no soy más que un simple aficionado al cine japonés y que no he visto películas de alguno de los nombres que mencionas, pero también confieso que he visto y devorado con avidez algunas películas de Imamura, Kurosawa y Kitano (ya ves). Todavía recuerdo lo mal que lo pasé con Brother, de
éste último, o con Zatoichi, sin ir más lejos (prefiero sin ir más lejos Hana-bi, o el verano de Kikujiro, p. ej.)
Además, dime si me equivoco, se junta también el hecho de que mucha gente por el mero hecho de haber estado en Japón y hacer una guía de viajes sobre el tema, debe considerarte un fanático de toda manifestación de su cultura, sólo por el mero y simple hecho de haber vivido allí.
En fin, también hablo por experiencia propia: he vivido un tiempo respetable de mi vida en tres países distintos, y de ahí a inferir de que eres un fanático del "earl grey with lemon", o del "schnitzel mit bratkartoffel" hay un paso...
Aunque reconozco que adoro la pastiera napoletana, il caffè ristretto... y a Nanni Moretti!

Anonymous said...

Por suerte, me he salvado un poco de ser etiquetado como fanático, aunque ya tuve "via crucis" particular cuando estudiaba japonés.

Por otra parte, lo que suele haber es cierta admiración enfermiza por parte de los "aficionados más radicales". Por el hecho de haber estado en Japón o ser un traductor conocido mangas, eres idolatrado. Afortunadamente, estoy al margen de ello.

Por cierto, Zatoichi me gustó bastante. De todos modos, no la consideres como algo propio de Kitani. La hizo más bien de encargo.

En cuanto a Miike y Tsukamoto, es cine japonés friki en su máxima expresión.